Las barras de
abogados norteamericanas saben del alto grado de dificultad de quienes
pretenden formar parte del equipo de trabajo del despacho: son en extremo
estrictos en la selección –dicen-. Naturalmente que la pretensión de los
aspirantes no es nada más la chamba. El propósito es participar de la fama y
prestigio de la empresa.
Ahí laboraron los
abogados Michelle LaVaughn Robinson (Michelle Obama), y Barack Obama. Ahí se
conocieron, ahí se enamoraron, y en ese tiempo se casaron.
Si de suyo es difícil ingresar al Sidley Austin, es más difícil
inscribirse en la Barra de Abogados de Nueva York. Uno de los casos más
comentados fue el de Hillary Diane Rodham Clinton (Hillary Clinton), ex primera dama, destacada política y actualmente
Secretaria de Estado. A pesar de su buena fama como abogada y como integrante
de la corriente de mujeres que destacan a nivel mundial; intentó –sin éxito-,
ingresar a la Barra en tres ocasiones. Sus influencias y elevada posición
política no fueron suficientes para cumplir su propósito -o más bien su sueño-.
Mejor suerte corrió
Ted Kennedy, político, buen abogado y hermano del ex presidente de los Estados
Unidos de Norte América, John F. Kennedy, asesinado en Dallas Texas, el 22 de
noviembre de 1963. Obtuvo su ingreso en el primer intento. Las acreditaciones
que le otorgó esa institución, le proporcionaron el prestigio que necesitaba para
perfeccionarse como autoridad en el litigio.
Estas historias las
detallo para destacar que un joven talentoso -nacido en Orizaba, Veracruz-,
logró ingresar –en el primer intento- a la mencionada
barra de abogados y al Sidley Austin, como asociado
extranjero en el grupo de trabajo para asuntos en Latinoamérica, con especialidad
en fusiones y adquisiciones, derecho financiero, mercados de capital, derecho
inmobiliario y asuntos corporativos en general.
Fue tal la
trascendencia del inaudito caso del joven abogado (33 años), que la firma Greenberg Traurig,
S.C., uno de los mejores despachos en todo el mundo con más de 1,800 abogados y
más de 33 oficinas ubicadas a lo largo de Estados Unidos, Europa y Asia, le
extendió uma distinguida invitación.
La cortesia rindió excelentes
resultados. Hace unos dias en la capital del País, Greenberg abrió sus oficinas
para ofrecer sus servicios a México y a toda Latino América. Lo dirije uno de
los abogados más destacados en México en matéria corporativa, Luis Rubio Barnetche, como socio director de las oficinas
en México. Obviamente, uno de los integrantes de ese corporativo es el abogado Hugo
López Coll.
Lo interesante del asunto es
que los abogados del mencionado despacho cuentan con licencia para practicar en
otras jurisdicciones del extranjero.
Entre los 500 invitados a la
inauguración destacó la presencia de otro veracruzano: Roberto Medrano Herrera.
En el currículum de Medrano Herrera -de amplia fama y respeto en el mundo de la
política y los médios de comunicación-, aparecen sus asesorías a políticos
nacionales y de otros países. Por ejemplo, Carlos Andrés Pérez, ex presidente
de Venezuela (1974-1979), en sesión ordinaria del Congreso Local del Estado de
Miranda, reconoció los buenos ofícios del veracruzano como fundamentales para
su triunfo. El carisma, dotes de orador y buen declamador, lo han llevado por
varias naciones del continente.
alaraplatas@hotmail.com