martes, 27 de marzo de 2012

ABOGADOS UNIVERSALES

Uno de los despachos de abogados más prestigiados del mundo es el Sidley Austin de Chicago (EUA), que contrata solo a abogados que logran aprobar exámenes que a juicio de los que reprueban, solo los genios tienen la fortuna de aprobarlos. Maestrías y doctorados en las mejores universidades de los Estados Unidos de Norte América, son requisito indispensable. El éxito en la resolución de los casos que ahí se litigan, es total.

Las barras de abogados norteamericanas saben del alto grado de dificultad de quienes pretenden formar parte del equipo de trabajo del despacho: son en extremo estrictos en la selección –dicen-. Naturalmente que la pretensión de los aspirantes no es nada más la chamba. El propósito es participar de la fama y prestigio de la empresa.

Ahí laboraron los abogados Michelle LaVaughn Robinson (Michelle Obama), y Barack Obama. Ahí se conocieron, ahí se enamoraron, y en ese tiempo se casaron.

Si de suyo es difícil ingresar al Sidley Austin, es más difícil inscribirse en la Barra de Abogados de Nueva York. Uno de los casos más comentados fue el de Hillary Diane Rodham Clinton (Hillary Clinton), ex primera dama, destacada política y actualmente Secretaria de Estado. A pesar de su buena fama como abogada y como integrante de la corriente de mujeres que destacan a nivel mundial; intentó –sin éxito-, ingresar a la Barra en tres ocasiones. Sus influencias y elevada posición política no fueron suficientes para cumplir su propósito -o más bien su sueño-.
Mejor suerte corrió Ted Kennedy, político, buen abogado y hermano del ex presidente de los Estados Unidos de Norte América, John F. Kennedy, asesinado en Dallas Texas, el 22 de noviembre de 1963. Obtuvo su ingreso en el primer intento. Las acreditaciones que le otorgó esa institución, le proporcionaron  el prestigio que necesitaba para perfeccionarse como autoridad en el litigio.

Estas historias las detallo para destacar que un joven talentoso -nacido en Orizaba, Veracruz-, logró ingresar –en el primer intento- a la mencionada barra de abogados y al Sidley Austin, como asociado extranjero en el grupo de trabajo para asuntos en Latinoamérica, con especialidad en fusiones y adquisiciones, derecho financiero, mercados de capital, derecho inmobiliario y asuntos corporativos en general.
Fue tal la trascendencia del inaudito caso del joven abogado (33 años), que la firma Greenberg Traurig, S.C., uno de los mejores despachos en todo el mundo con más de 1,800 abogados y más de 33 oficinas ubicadas a lo largo de Estados Unidos, Europa y Asia, le extendió uma distinguida invitación.

La cortesia rindió excelentes resultados. Hace unos dias en la capital del País, Greenberg abrió sus oficinas para ofrecer sus servicios a México y a toda Latino América. Lo dirije uno de los abogados más destacados en México en matéria corporativa, Luis Rubio Barnetche, como socio director de las oficinas en México. Obviamente, uno de los integrantes de ese corporativo es el abogado Hugo López Coll.

Lo interesante del asunto es que los abogados del mencionado despacho cuentan con licencia para practicar en otras jurisdicciones del extranjero.

Entre los 500 invitados a la inauguración destacó la presencia de otro veracruzano: Roberto Medrano Herrera. En el currículum de Medrano Herrera -de amplia fama y respeto en el mundo de la política y los médios de comunicación-, aparecen sus asesorías a políticos nacionales y de otros países. Por ejemplo, Carlos Andrés Pérez, ex presidente de Venezuela (1974-1979), en sesión ordinaria del Congreso Local del Estado de Miranda, reconoció los buenos ofícios del veracruzano como fundamentales para su triunfo. El carisma, dotes de orador y buen declamador, lo han llevado por varias naciones del continente.

alaraplatas@hotmail.com


martes, 20 de marzo de 2012

FIESTA MANCHADA DE SOLEDAD

Lo del Estadio Azul el pasado 11 de marzo, donde Josefina Vázquez Mota rindió protesta como candidata del PAN a la Presidencia de la República, es un ejemplo de que las grandes concentraciones para vitorear candidatos, no es la mejor opción proselitista.

Estudios serios concluyen que los mítines con acarreados  entre más concurridos mayores son las fallas en su organización. También se han realizado encuestas que arrojan un dato revelador: aproximadamente el 15% de los asistentes, por las molestias e incomodidades en el traslado y en el evento, deciden abstenerse de votar en favor del candidato (o candidatos) a los cuales acudieron a manifestar su apoyo.

La autoría de las concentraciones masivas corresponde al Revolucionario Institucional. Pero en el transcurrir  de la historia, dicha práctica ha sido adoptada por los demás partidos. Lo interesante del asunto es que no todos consiguen buenos resultados. Si bien se trata de la misma receta, la mejor sazón sigue siendo la del PRI.

Las fallas más frecuentes en la organización de un mitin de acarreados son: la prolongada espera del arribo de los candidatos; la inclemente exposición a los rayos del sol; la falta de alimentos bien elaborados; sueño, cansancio. Y el aburrimiento de escuchar largos discursos con palabrería difícil de entender.

Por ello, en lugar de ganar votos, estas estrategias terminan siendo tan solo un bocado para alimentar la vanidad de los obsequiados. Formas y tradiciones que no han evolucionado, que permanecen estacionadas en los tiempos idos.

Mientras no se actualice el formato de las campañas, mientras no se utilicen adecuada y racionalmente las novedosas tecnologías de la comunicación interpersonal, cualquier candidato de cualquier instituto político estará expuesto a la mofa pública.

Por lo visto, la fiesta electoral no ayuda mucho si sale bien, pero cómo perjudica si hay errores. Y eso fue lo que pasó en la toma de protesta de doña Jose.

Lo lamentable para el PAN es que nunca antes había pagado un precio tan alto por una fotografía. La foto de la aspirante presidencial -con voz ahogada en la desolación y lanzando palabras al viento desde el centro de un estadio casi vacío-, es una imagen que deprime y desanima.

A la señora le falló la estructura encargada de la planeación. La hicieron trastabillar. Tanto que los coleccionistas de retratos impactantes ya colocaron el de la panista -en la soledad de las gradas- junto al de Fidel Castro cuando un tropezón lo hizo rodar por el piso frente a la mirada del pueblo cubano.

Así no se quiera, lo de Josefina podría tomarse como hecho análogo porque si no fue tropezón fue zancadilla. Lo que sea. La cosa es que el fantasma de la sustitución ronda por los jardines de Los Pinos.

Aunque algunos panistas tratan de minimizar el hecho calificándolo de “pequeño detalle”, a pesar de la extensa difusión en medios nacionales e internacionales, los de enfrente comparan lo ocurrido en la fiesta de Vázquez Mota con lo que puede ocurrir en alguna fiesta familiar. Si en el baile con los chambelanes a la quinceañera se le rompe el tacón de la zapatilla, no es nada grave. Pero ese cuadro permanecerá por mucho tiempo en la memoria de los invitados. Algo similar ocurriría en una boda en la que al novio se le olvidó retirar la etiqueta que cuelga de la manga del traje. El descuido tendrá un lugar en la chacota de los comensales. Son detalles que manchan la fiesta.

Ese “pequeño detalle” encendió los focos rojos al interior del PAN. Pero en lugar de retomar el camino, parte del equipo de Vázquez Mota decidió amarrar su futuro a una candidatura  plurinominal, en lugar de jugársela al lado de su correligionaria. Ese es el otro vacío.

El desliz del domingo puede no restarle puntos, pero sí va a representar un lastre para crecer en las encuestas.

En el cuarto de guerra azul nadie quiere cargar con la culpa. Abundan los reclamos airados y las justificaciones. Algunos voltean los ojos hacia la candidata. Le dicen que tiene que ser puntual, que debe hablar con mayor claridad, que tiene que refrescar el discurso para las mujeres -se quejan que las féminas andan de coquetonas con Peña Nieto, en lugar de alegrarles que una congénere llegue a Los Pinos-.

Lo que pretendió ser una manifestación de fuerza y poder que impunemente evadiera los extraños criterios del árbitro electoral, quedó como una inocultable evidencia de la improvisación.

Lo delicado es que los resbalones no paran: la exclusión de las fotos familiares a su hija Celia –que tiene problemas de obesidad-; pedir aventón a un motociclista para llegar a tiempo al IFE por no prever embotellamiento en el Periférico; espetar a estudiantes de la Ibero que ella estudió en esa universidad por no ser perfecta; criticar a la UNAM en su tesina…

Si no cambia la suela a sus zapatos por una antiderrapante, en su próximo resbalón podrían llamar al Dr. José Ángel Córdova Villalobos, y no precisamente para que la auxilie.

alaraplatas@hotmail.com

martes, 13 de marzo de 2012

LAS INTENCIONES DE DON LUIS

La oportunidad de postular como candidatos plurinominales a personajes con reconocimiento social, en esta ocasión quedó cancelada para todos los partidos. Ningún instituto político se preocupó por anotar, por ejemplo, nombres de jóvenes destacados por su liderazgo natural en sectores de la sociedad; por su labor en el campo de la investigación; o por su participación en proyectos de aportación a la ciencia, a las artes o a la cultura.

Lo que se observa en esos listados, son nombres de jóvenes con apellidos vinculados con las élites del poder político. Se trata de familiares de personajes que han brillado en la vida política nacional como gobernadores, senadores, diputados o altos dirigentes partidistas.
Por supuesto que nadie cuestiona su derecho  de convertirse en legisladores. Tampoco se les responsabiliza de alguna deuda con la juventud ni mucho menos que las circunstancias los hayan colocado en los umbrales del privilegio y el confort gratuito.
El problema va más allá de lo personal y de lo particular.
El problema llega directamente a los partidos políticos. Si estos institutos no impulsan a jóvenes merecedores de reconocimiento por su esfuerzo y conocimientos, no podrán oxigenar sus estructuras ni renovar sus cuadros, quedando reducidos a solo agrupaciones políticas de la gerontocracia.
Sin jóvenes legisladores con una idea clara de la realidad social, no habrá propuestas con alcances reales para la juventud.  Sin jóvenes destacados en la tribuna, lo que se escuche seguirán siendo gritos estentóreos en medio de la plaza. 
Pero aún así, los jóvenes que por primera vez participarán como candidatos a los cargos federales de elección popular, son una preocupante minoría. La disputa se da entre los políticos que, en lugar de observar por el transparente y limpio cristal a las nuevas generaciones; no han apartado sus necios ojos del espejo de sus egoísmos.
Este asunto no es privativo de un solo instituto político. Esto es un problema de todos los partidos: es una práctica de la burocracia política que está generando frustración y desilusión en la muchachada. Sabemos hacia dónde se están yendo. Sabemos quienes se los están llevando. Si no hay una pronta atención, la trascendencia a lo social puede derivar en una rebelión juvenil de incalculables consecuencias.
Desde hace más 35 años, no ha habido un presidente de la República que haya aportado una lección diáfana y evidente en cuestión de proyectos para jóvenes. Desde entonces, en la sociedad se siente una especie de vacío cuyas autoridades tratan de colmar con discursos de palabras vanas.
Es inocultable que en el seno familiar, en la universidad y en la calle, los jóvenes se sienten incomprendidos. En medio de los adelantos de la tecnología en materia de comunicaciones, la comunicación humana se está perdiendo a pasos agigantados. Y nadie hace nada.
El último mandatario que impulsó a jóvenes de todo el país fue el presidente Luís Echeverría Álvarez (1970-1976). Los mandó a estudiar al extranjero, los proyectó y les dio poder.
Echeverría otorgó a jóvenes destacados diputaciones, senadurías, gubernaturas y muchas posiciones dentro de su gabinete. Gozaron de trato preferencial y respeto.
Para que los jóvenes se prepararan políticamente creó el Movimiento Nacional para las Juventudes Revolucionarias. Desde ahí se impulsaban a los nuevos prospectos para ocupar cargos en los ámbitos municipales, estatales o federal.
Don Luís apoyó a universitarios como Porfirio Muñoz Ledo, Juan José Bremer, José Andrés de Oteysa y muchos otros. Les abrió las puertas de las instituciones. Fomentó los Intercambios de proyectos juveniles con otros países. En aquel sexenio se realizaron en nuestro país varios congresos mundiales, con resultados de trascendencia para los nuevos cuadros.
Otros que dan cuenta de las intenciones de Don Luís son: Beatriz Paredes, Mariano Palacios, Carlos Armando Biebrich y Roberto Madrazo. Con muchos cargos incluyendo el de Gobernador.
La gente vio bien que el Lic. Echeverría aplicara una regla que ahora sería de oro. Quienes ocupaban cargos de gobernadores al final de su gestión tenían que irse a su casa. Es decir, nada de suertes en el trapecio.
El ex presidente gustó del acercamiento con estudiantes de diferentes universidades como la Nicolaita y la UNAM, donde, por cierto, fue apedreado por un joven. Nada lo hizo ceder en sus intenciones de acercar jóvenes a los partidos políticos.
Sin embargo, algo pasó con aquellos jóvenes cuando llegaron al poder: se perpetuaron en el mismo y se olvidaron de la formación de nuevos cuadros, tal como en su momento Echeverría lo hizo con ellos.
Don Luís, cansado de esperar por años la visita de sus queridos muchachos, ahora, sentado frente al jardín de su casa en Cuernavaca, tranquilo espera el último crepúsculo de una vida marcada por la matanza del 68 en Tlaltelolco -aunque él se opuso ante su jefe Gustavo Díaz Ordaz de criminal decisión-, y por las ingratitudes humanas. 
alaraplatas@hotmail.com